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La comunicación asertiva

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La comunicación asertiva

Como comentamos en otra publicación la comunicación es el proceso de transmisión de un mensaje o información entre un emisor y uno o más receptores. Es un proceso esencial entre los seres vivos.

La comunicación, en general, puede enfrentar algunas dificultades para que se de de forma efectiva, ya sea por deficiencias en los interlocutores, ruido ambiental y en muchas ocasiones, poca asertividad comunicativa que no es más que la incapacidad para propiciar un acto comunicativo óptimo.

La comunicación asertiva consiste entonces en expresar opiniones, necesidades y emociones evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos. De forma directa, segura, tranquila y honesta para interactuar con personas, basada en una actitud personal positiva a la hora de relacionarse con los demás.

Hay comunicación asertiva cuando el mensaje ya sea con palabras o gestos de manera clara, y con empatía hacia el interlocutor.

La asertividad es una herramienta que permite optimizar las relaciones humanas y no se trata solo de decir lo que se piensa; significa comprender las necesidades propias, ser responsable de las emociones y conectarse con los demás.

Tipos de Comunicación Asertiva

Existen 3 categorías de este tipo de comunicación:

  1. Verbal: tiene que ver con lo dicho, con escoger las palabras y la construcción de oraciones.
  2. No Verbal: involucra aspectos que rodean al lenguaje durante el acto comunicativo, tales como el lenguaje corporal y el lugar elegido para una conversación.
  3. Paraverbal: toma en cuenta aspectos de las dos anteriores, abarcando elementos que formulan el mensaje, el cómo se dice, lo que se dice por medio del tono de voz, la articulación y el ritmo.

Técnicas para desarrollar una Comunicación Asertiva

Algunas técnicas para desarrollar la asertividad comunicativa, son las siguientes:

  • El disco rayado: se trata de repetir, en el mismo tono y cadencia, un mensaje que no fue recibido idealmente, sin propiciar confrontaciones.

    Ejemplo:

    *No me estas escuchando.

    /Sí le escucho, pero justo en este momento, estoy a la vez comprobando sus datos.

    *No, no me prestas atención

    /Le repito que si le estoy escuchando, sólo estoy comprobando la información que me ha dado en este momento.

  • El banco de niebla: se da la razón al contrario en una discusión, de manera amable sin dar pie a nuevos enfrentamientos. “Puede que tengas razón”.

  • Pregunta asertiva: evita hacer reproches o afirmar un defecto. Se formula la pregunta de qué falta o cómo se puede mejorar la situación u obtener el resultado buscado, reduciendo algún nivel de agresividad que se presente. “¿Cómo te puedo ayudar para que termines el trabajo?”

  • Tensión flotante: ante algo que moleste de otro o con lo que se esté de acuerdo, en lugar de discutir, se ignora esa parte del mensaje y se presta atención al resto.

  • Hablar desde el yo: será mejor enunciar las cosas desde la subjetividad, que como verdades absolutas. Mejor es un “No estoy de acuerdo” que un “Estás equivocado”.

Existen algunas conductas que ayudan a la comunicación asertiva como por ejemplo;

  • Respuestas mínimas, en donde se demuestre interés y atención al interlocutor.
  • Reflejo de los sentimientos , a veces las personas describen solamente acciones y a través de ellas debemos identificar sentimientos para reformular el diálogo.
  • Solicitar aclaraciones, ayuda a identificar y comprender el significado de las palabras.
  • Repetir palabras o frases claves, ayuda a conservar la conversación sobre los asuntos que preocupan a la otra persona.

Como trabajadores de la salud es importante manifestarnos de forma asertiva para darnos a entender clara y concretamente un punto de vista y lo que se quiere lograr. Se trata de poner en práctica la empatía, la habilidad de conectar con las necesidades propias y las de los demás, para encontrar puntos de colaboración. Además, es importante que exista tolerancia y respeto hacia el resto.

La comunicación asertiva nos permite poder entablar una conversación desde un punto de vista colaborativo, donde la otra persona no se siente un simple receptor de información, sino que también tiene opinión, y esta es respetada.